Blog sobre Francisco de Goya. Espacio de amistad que aglutine a todos aquellos amigos de Goya o de lo que representa Goya, a la manera de un club on line.

Real Goya

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GOYA, Carta Astral (Por Carlos Bogdanich)

Goya nace en Fuendetodos (Zaragoza) el miércoles 30 de Marzo de 1746.  Y lo hace bajo el ígneo Signo de Aries, que astrológicamente ‘gobierna’ la zona de la cabeza en los individuos. En Goya no hay duda del predominio de la misma en su estructura corporal.

Aries se corresponde con el Elemento Fuego, al cual se atribuyen las cualidades de Energía, tanto en superación, como en la constante búsqueda de nuevas metas y riesgos.  El Fuego es el Elemento más activo e impulsivo del Zodíaco, aplica en los nativos una gran auto afirmación y empuje. Hace a las personas agresivas, marca seres incansables, las mas de las veces coléricos, pues querrán ser siempre los primeros en todo.

Carta astral de Goya

Carta astral de Goya

[Carta Astral de Goya.

Los Planetas marcan una actitud:

Por si fuera poca la influencia del correspondiente Elemento Fuego que le identifica, vamos a conocer mediante el análisis de sus Planetas de nacimiento (ver gráfico de Carta Astral) lo que nos indican sobre su personalidad:

Vemos a su Sol de nacimiento en el aguerrido Signo de Aries, que está acompañado de tres Planetas más de gran poder: Venus, Mercurio y Marte respectivamente.

Venus significa la ‘armonía y la belleza’, Mercurio ‘la inteligencia, el Sistema Nervioso y los reflejos’, Marte la ‘combatividad, los enfrentamientos e incluso los accidentes’.

Estando “conjuntos” en su propio Signo, se eleva en gran medida su poder sobre la vida del individuo.

Reconocidos son los atributos de estos Planetas en la personalidad de Goya, incluso el aspecto de la combatividad desenfrenada. Todos estos Planetas se ven extraordinariamente potenciados en el Signo de Fuego Aries. Es más, corporalmente rige la cabeza en el ser humano (paradójica la amputación y desaparición de su cabeza). Creando en este caso un conjunto energético que, a nivel de Cerebro, potenciará al sujeto hasta extremos insospechados en su acción. Pasión, lucha, creatividad, intelecto, se unen en un ‘totum revolutum’ que busca su expresión tangible de forma feroz y encarnizada.

Además, este ‘conjunto’ planetario, recibe unos fuertes aspectos de otros Planetas. Es el caso de Júpiter, el ‘expansionador’,  que ofrece un muy positivo aspecto que ayuda en la vida para la obtención de apoyos y beneficios materiales, sobre todo en el extranjero.  La Luna de nacimiento, de vital importancia para conocer la mentalidad de un individuo, se halla situada en el Signo que gobierna Cáncer, junto al Planeta del psiquismo,  Neptuno.

La Luna simboliza lo maternal, la niñez, el hogar, los cambios, el lado femenino de la vida. El “gaseoso” planeta Neptuno junto a ella, crea en el nativo un alto grado de confusión y de no solidez en estos aspectos, aunque refuerza el idealismo y búsqueda de ellos. Crea etapas difíciles en la niñez, donde el deseo y la realidad se mueven en un torbellino difícil de controlar y asimilar. Seguras situaciones que Goya pasó en su época de niño. Pero la fuerza motora de su Signo Aries natal, a medida que iba creciendo,  fue forjando un carácter firme y duro. Aries es el signo del guerrero, el ‘luchador del Zodíaco’. Estas personas nunca pasan desapercibidas ante los demás. Para ellos si no hay lucha y enfrentamiento, aunque solo sea dialéctico, ellos mismos lo fomentan. Desean y necesitan que sus intenciones e intereses se materialicen rápido, son muy exigentes con los demás y consigo mismos.

Su Planeta Mercurio en Aries hace en Goya que todo lo que ven sus ojos sea fuente de inspiración. Su Planeta Plutón, el mitológico Hades dios del Inframundo, conectado con un fuerte aspecto del idealista y psíquico Neptuno, se halla en el misterioso Signo de Escorpio. Dicho signo está asociado a todo lo oculto, a las más profundas zonas de nuestra Psique. En Goya potencia la capacidad y necesidad de “sacar a la luz” todos los mensajes que se cuecen en dicho ‘atanor mental’. La muerte, el submundo, los más ancestrales miedos del hombre vienen plasmados en el lienzo con total maestría. Los más variados tormentos de la humanidad, muchas veces escondidos en nuestro interior, salen a la luz con ‘claroscuras’ imágenes. Estos Aspectos planetarios demuestran que Goya vivía en primera persona esas emociones, dándole un tinte especial a su carácter.

Al nacer, su Urano natal, planeta asociado a los cambios inesperados que no dependen del nativo, se hallaba en el Signo que lo hace más fuerte, Acuario. Esto aumenta su poder arrollador haciendo que el sujeto viva muchas situaciones extremas que marcan su vida y su obra.

Cronos, el dios del Tiempo, representado por el planeta Saturno, se halla al nacer también en un sitio de exaltación. La idea de Goya de que ‘el Tiempo devora a sus hijos’  es una visión netamente ‘saturnina’ de ésta influencia celeste natal. El “peso específico” de este planeta en Goya es tan grande, que marcará constantemente su dura y hasta áspera relación y comunicación con el medio y Tiempo que le toca vivir.

Los ‘saturninos’ tienden a recorrer los caminos más difíciles, a experimentar en su propia piel el dolor y las heridas de las realidades mundanas. A Goya no sólo le tocó vivir una época especial, sino que también  se sintió partícipe de un gran elenco de personajes y circunstancias.

Como toda persona  con inquietudes y con un gran pronto de luchador, generó controversia y produjo cambios radicales en los mensajes de su pintura. Los astros no podían estar exentos a la analogía de sus cambios.

 

¿Pero qué nos dice su Carta Astral?

Comentaba al principio que Aries, signo de Goya, rige la cabeza en el cuerpo humano. Como resultado, los arianos suelen sufrir fuertes jaquecas. Más notorio en este caso particular debido a la muy fuerte Conjunción de 4 planetas en su Signo. Aries rige las glándulas suprarrenales, que son las que bombean adrenalina en el torrente sanguíneo en caso de emergencia, como en los “prontos” de actividad o furor de los arianos, dando a estos nativos su reputación de impetuosos. Característica muy marcada en Goya. En resumen, dado el “gobierno” de Aries sobre la cabeza y la suma de componentes planetarios fuertemente aspectados en dicho signo al nacer, es muy probable que sufriese una infección de las meninges de origen bacteriano, ya que la mala posición del Planeta Venus en Oposición a Saturno y Cuadratura a Neptuno, se ven favorecidas las intoxicaciones. Esta situación planetaria indica también una ‘desregulación’ del nivel de Calcio en los fluidos corporales.

¿Dónde está la cabeza?

Pero desde el punto de vista astrológico y simbológico, vuelve a quedar patente la importancia del dato. Hasta después de muerto el ‘maestro universal’ nos mantiene en vilo. Su Signo Solar Aries, que rige la cabeza, ya anunciaba la importancia que dicha zona tendría a lo largo de su vida artística y vital. Después de muerto, la desaparición de su cabeza es como el enigma que acompañó a Goya toda su vida: la separación entre lo terrenal y ese ‘mundo de los sueños’…

P. S.: En la Astrología Tradicional (hablamos de miles de años de existencia) y que nada tiene que ver con los «populares» horóscopos o engaña vaticinios de los medios de comunicación, cuando se desconoce la hora natal de una persona existen dos caminos de investigación. Uno; si se pueden obtener tres o más fechas reconocidas y conscientes por parte del individuo a analizar, en las cuales recuerda la hora aproximada del suceso que hayan sido de importancia para él, hay que trazar los gráficos correspondientes al movimiento de los astros (estos son cíclicos astronómicamente hablando) desde su fecha natal hasta los acontecimientos referidos. Cuando coinciden aspectos planetarios analógicos con lo que indica su fecha natal nos vamos aproximando a la hora correcta de nacimiento. Dos; cuando no existe la posibilidad de tener los datos anteriores, en este caso el de Goya, debemos hacer un estudio psicológico de su personalidad, acciones y actitudes a lo largo del tiempo. De esta manera conseguimos  acercar su real fuero íntimo al arquetipo del Ascendente que le corresponde. El Ascendente de cada individuo viene dado por el estudio y proyección en el Plano Celeste, de su hora, Latitud y Longitud del lugar de nacimiento. Lo que nos proporciona la división de las 12 Casas Zodiacales, que conformarán el «escenario» en el cual la persona se manifestará en la vida. De hecho, cuando hablamos de que alguien ha nacido bajo el Signo Aries, Cáncer, Leo o cualquier otro, sólo hablamos de la posición del Sol en un momento determinado. Mientras que el resto de los Planetas y las Casas Zodiacales, según hora, Latitud y Longitud natal, pueden variar el resultado infinitamente…

Posted on 23/09/2011 by Carlos Bogdanich  en su blog “Cuarta Dimensión”.

 

Goya (por Silvia Pagliano)

Tristes presentimientos de lo que ha de acontecer
Aguafuerte, punta seca, buril y bruñidor 178 x 220 mm.
Sad Presentiments of What is to Come.
Etching, burin, drypoint and burnisher.

Todo o casi todo se ha dicho ya sobre Goya.  Añadir algo a lo dicho resulta imposible. Estas líneas no son un comentario de una especialista sino de una artista que a lo largo de casi cuarenta años ha tenido “encuentros” con Don Francisco de Goya, mejor dicho, con su obra.
A principio de la década de 1960, empezó a editarse en Argentina la colección  “La Pinacoteca de los Genios”.  Mi padrino Manuel, repartidor de diarios y revistas, me regaló los primeros números, entre ellos el dedicado a Goya.
En los años 70, el Centro Editor de América Latina publicaba unas revistas sobre técnicas gráficas. En el 73 yo no había terminado aún mis estudios en la Facultad de Bellas Artes, cuando un día encontré varios ejemplares dedicados a los grabados de Goya. Compré con una compañera de estudios cuatro de ellos, dos para cada una. Los que llevé a casa se referían a “Los desastres de la guerra”. Yo conocía la pintura de Goya a través de los libros y “La Pinacoteca”, pero no había “descubierto” aún los grabados, quizás los había visto pero no comprendidos. El impacto de ésas imágenes fue emocionalmente muy intenso. Tuve sueños extraños a partir de esa visión, y lo mismo le ocurrió a mi amiga .
El clima social y político que se vivía entonces en Argentina era violento y peligroso. “Tristes presagios de lo que ha de acontecer “ fue un anuncio de lo que aconteció  muy poco tiempo después.
Goya es crudo, realista, no se horroriza, ve,  registra, para él y para nosotros. Escenas atroces bellamente grabadas.

Él y otros fueron testigos, luego también nosotros lo fuimos y lo seguimos siendo para nuestra vergüenza.
Miré luego con pasión y admiración Los Caprichos , Los disparates, y más tarde, en la Galleria degli Uffizzi, me deleité con su pintura, su maravillosa pincelada volada, sutil, rica, ¡qué telas!, ¡qué joyas esos pequeños zapatos…!
Después, ya en Barcelona, me dediqué al grabado y volví una y otra vez a los de Don Francisco, y fue una visión renovada. Hice muchos bocetos en témpera, blanco y negro, luces y sombras, “estudiando” aquellos grabados asombrosos. Nunca los utilicé para mis trabajos, pero desarrolló en mí el gusto por la austeridad del blanco y negro para expresar lo que  uno considera esencial.

Gabinete de Goya. Goya's Cabinet.Calcografía Nacional. Madrid

Gabinete de Goya. Goya’s Cabinet.
Calcografía Nacional. Madrid

En esos años, una visita a la Calcografía Nacional, me permitió conocer el entonces recién inaugurado “templo” dedicado a las planchas del maestro. Bajo una luz teñida de rojo, contemplé esas planchas trabajadas con una exquisita delicadeza que me sorprendió  porque dejaba suspendida la extrema violencia de la copia impresa sobre el papel. Las planchas están ahora aceradas,  pero nosotros, los grabadores, sabemos que detrás brilla el cobre.
En mi taller Ataúlfo 10 , en Barcelona, pasé muchos años grabando y por azar llegué un mediodía de junio, de sol soberano, a Fuendetodos.  Aquel  paisaje seco  y severo, inundado de luz, me impresionó. Enérgico, poderoso en su aparente pobreza.
Luego impartí varios cursos de técnicas de grabado en el taller llamado ahora Antonio Saura, en homenaje a ese artista a quien siempre admiré como uno de mis maestros cuya devoción por Goya es conocida. Su homenaje a “Aún aprendo” ha sido muestra de ello y también las innumerables citas a lo largo de toda su obra.
Comprender a un artista requiere tiempo y el tiempo cambia nuestra percepción . Gran cantidad de imágenes devoré en mi juventud, y con frecuencia  muchas vuelven y me ayudan a entender mejor mientras se entretejen unas con otras.
No he vuelto a ver las Pinturas negras en El Prado, desde que a finales de los 70 cambiaron sus marcos, lo que en mi opinión fue funesto. De ello se quejó, también, hace ya mucho años, precisamente Antonio Saura.
Hay obras que cuando se descubren producen gran emoción y uno no desea volver a verlas, quizás por el temor a no ser tocado con la misma intensidad. Algo de esto me sucedió con Las Pinturas negras. Sin embargo,  a los grabados vuelvo siempre,  y también a las litografías, porque hace más de veinte  años que estoy cada día con las piedras, enseñando y haciendo. Lástima que Goya fuera  ya viejo cuando conoció el arte litográfico, pero su manera de trabajar era ya renovadora desde el primer momento.
Hace unos pocos años tuve la fortuna de ver,  durante su restauración, la cúpula Regina Martirum en El Pilar,  allí hay un Goya sorprendente por su proximidad histórica, es decir, por su modernidad . Todos los grandes maestros han saltado las barreras de su tiempo en algún momento, constituyéndose para nosotros, en “modernos”, término este tan llevado y traído que no agrega nada a la comprensión de su obra si no se entiende previamente qué significa ser moderno.  La pincelada amplia, ajena a todo lo
innecesario, el desenfado,  la espontaneidad y riqueza del color, el “brochazo”, que otros también utilizaban , pero que en él  es un gesto de ruptura anticipatoria. ¡Y eso que era un encargo!

F-38-Grupo-de-personas-a-contraluz

Grupo de personajes a contraluz, a la entrada de una cueva.
Aguada a tinta china con pincel. 160 x 230mm.
A group of characters to backlight, at the entrance of a cave.
Gouache ink with brush.

Y hoy he vuelto a mirar los dibujos a la aguada, magníficos por su viveza, su palpitar y su gracia, y estas  cualidades, esa frescura , de la tinta que parece aún húmeda, me recuerdan  mucho a Hokusai, donde el dibujo palpita en el andar de los viandantes, en los fuegos de artíficio en esas noches de luna llena, y en cómo se empapan esos campesinos bajo la lluvia… Nunca llueve tanto en Japón como en Hokusai o en  Kurosawa.

jose-pio-de-molina

José Pio de Molina, 1827
Oleo / lienzo (Oil canvas) 60×50 cm

No hay nada en Goya que nos aproxime a la naturaleza. Por supuesto, soy sensible al paisaje, por ello me gustó esa reflexión de Gonzalo de Diego acerca del fondo paisajístico de tantas terribles escenas, que llama con toda justeza, no paisajes, que son sólo telones  o decorados, un fondo casi teatral sin demasiada presencia. A Goya le interesa el hombre, no la naturaleza. Y allí están esos retratos, los personajes  atravesados por su mirada hasta dejar sólo el rasgo principal, esencial, y como ejemplo, el  retrato de José Pío de Molina pintado en 1828, una de sus  últimas pinturas, a los 82 años,  los ojos ya gastados,  y tan sabios.

Silvia Pagliano
Enero 2013

Goya y Grandville. Sueños

Las visiones y sueños de Goya constituyen un signo de libertad y rebeldía en la raya fronteriza de la creación, de la subjetividad y la Modernidad.  Goya tiene consigo la única compañía de la mente y sus funciones, es decir, la memoria, el pensamiento, las sensaciones, la imaginación y las emociones. Lo cual no es poco para alcanzar resultados que son, en fin, un alarde de imaginación cósmica y de fluidez por la que manan o brotan las iluminadas y transparentes imágenes de alguien, en quien se manifiesta el interés por el inconsciente bastante antes que un Grandville, por poner un ejemplo.

Si sabrá más el discípulo?
Capricho núm. 37 • Aguafuerte, aguatinta y buril • 218 x 153 mm

¿Y quién era Grandville? ¿y cuál fue su interés por el inconsciente?. Dibujante, acuarelista, caricaturista y litógrafo, Jean-Ignace Isidore (Gérard) GRANDVILLE nació el 15 de septiembre de 1803 en Nancy (Francia) y murió en el asilo de alienados de Vanves (Francia) el 17 de Marzo de 1847, a los 43 años, posiblemente por una infección de garganta.

Emparentado con el genio de Goya, sería conocido por sus fantásticos dibujos y caricaturas satíricas creados durante el reinado de Luis Felipe. Se dio a conocer en París, muy joven, con la publicación de las “Metamorphoses du jour” (Metamorfosis de actualidad) en 1829. Se trata de una colección de setenta litografías de híbridos entre humanos y animales. A este respecto el precursor Goya recordemos que había grabado fantasías similares años antes.


Al año siguiente, 1830, accede Luis Felipe al trono de Francia y durante los siguientes cinco años Grandville publicará caricaturas muy críticas con el rey, por su traición a los ideales liberales.  A partir del 4 de Noviembre de  1830 aparece la revista “La Caricature”, que bajo la dirección de Charles Philippon, realiza 251 entregas hasta su último número del 27 de Agosto de 1835. Grandville fue uno de los grandes ilustradores de la revista y el propio Philippon, un gran servidor de la actualidad, le encargaría el cartel de la revista.


La censura a partir de 1835 llevará a Grandville a ilustrar libros, como las ediciones de las “Fábulas de Lafontaine”,  “Los viajes de Gulliver” de Jonathan  Swift,  y el “Robinson Crusoe” de Daniel Defoe.

Con gran éxito tanto de crítica como de público, entre 1840 y 1842 realiza su serie sobre “Los Animales”, con subtítulos, en la que se burla de la sociedad y del gobierno.

Sin embargo los artistas más jóvenes, especialmente los surrealistas, encontraron una mayor inspiración en el extraño Grandville de “Un Autre Monde” (Otro Mundo) (1844), una colección de dibujos anamórficos llenos de fantasía en los que invierte la relación entre el texto y la ilustración. También en las 220 estampas de “Les Metamophoses du Jour” y en “Les Fleurs animées” (Flores animadas) (1847), su desabrida imaginación anuncia signos verdaderamente precursores de la invención surrealista contemporánea, al tiempo que Baudelaire califica a Grandville de “espíritu enfermizamente literario”

El primer artículo de Baudelaire sobre los estados físicos bajo el efecto del hachís, titulado “Du vin et du hashish” (Del vino y del hachís), apareció en 1851, pero sus experiencias con los opiáceos y el hachís habían comenzado hacia 1843, cuatro años antes de la muerte de Grandville.  Reflejo de una época en plena mutación, durante la cual los progresos de la ciencia y de la industria trastornan los modos de vida y la manera de representar el mundo, para Philippe Kaenel “el sueño es una hipótesis, porque nunca lo conocemos más que por su recuerdo, pero este recuerdo es necesariamente una fabricación, un artificio”.

El Dr. Moreau de Tours, a quien visitaba regularmente Baudelaire, concluía que el sueño presentaba similitudes con el delirio y la alucinación, y que estos tres fenómenos habían podido relacionar el mundo consciente y el mundo inconsciente. Otro médico, el Dr. Brière de Boismont, trataba de dilucidar el funcionamiento cerebral y también escribió  sobre las pesadillas y los sueños, no sólo sobre las alucinaciones. Su tratado abunda en casos de sueños singulares, entre los que algunos presentaban similitudes visuales con las ilustraciones de Grandville.

Los intereses artístico y literario por el inconsciente se manifestaban paralelamente. En las Artes, el primer ejemplo de esta nueva objetividad aplicada al estudio de los sueños y del inconsciente se observa en las ilustraciones de Grandville, más conocido en los años 1830 y 1840 como un caricaturista que era considerado a la misma altura que Daumier, Monnier y Gavarni. Muy temprano en su carrera dio prueba de interés por los sueños (Ill. Paraguas)


Füssli, Goya e Ingres mostraban al soñador y la visión del sueño, la presencia física del soñador, así como también su sueño.  Sin embargo Grandville rompe con este tipo de imágenes y así tanto en “Un autre Monde” como en “Metamosphose du Sommeil” (Metamorfosis del sueño) no vemos más que el sueño mismo, como si fueramos testigos del hecho clínico de una sucesión de formas aleatoriamente asociadas.

En 1847, año de su muerte, Grandville publica dos complejas ilustraciones del sueño en “Le Magasin Pittoresque”. La primera, “Crimen et expiation” (Crimen y expiación), acerca del complejo de culpabilidad. La segunda, titulada “Promenade dans le ciel” (Paseo en el Cielo) es menos simple de explicar, según el propio artista. Se sabe muy poco a propósito de estas imágenes, y se ignora si el artista las había soñado él mismo o solamente construido en su imaginación.

En un pasaje situado como apéndice del segundo sueño, Grandville considera la posibilidad de que acontecimientos cotidianos, o incluso la circulación sanguínea, afecten al sueño. En este sentido, los comentarios de Baudelaire sobre Grandville dan a entender que encontraba en él una gran propensión a las ilustraciones analíticas: “Antes de morir aplicaba su voluntad, siempre obstinada, de anotar de forma plástica la sucesión de sueños y pesadillas, con la precisión de un escenógrafo que redacta el discurso de un orador. El artista Grandville quería, sí, que el lápiz explicase la ley de asociación de ideas…..” (Charles Baudelaire en sus Obras Completas).

Los amigos más cercanos de Grandville recordaban que en los meses precedentes a su locura y muerte, en 1847, tenía presentimientos de su muerte, soñaba con apariciones extrañas y sufría de alucinaciones.

Dadas sus predilecciones científicas, podemos ver en sus ilustraciones, no pocas, indicios de gran familiaridad con las investigaciones de la Medicina. Por ejemplo, en la edición de 1838 de los “Voyages de Gulliver” (Los viajes de Gulliver), representa un intercambio de cerebros, preludiando la transferencia de personalidad entre los dos receptores; demostraba así su conocimiento de las disecciones de cerebros practicadas por los frenologistas.  “Le Cauchemar” (La Pesadilla) de Grandville es también prueba de su conocimiento de las vías por las que los sueños provocan sentimientos de miedo o de terror:  en su sueño revive las experiencias diurnas y muestra algunos sueños corrientes, como la caída en una escalera.

Finalmente, las ilustraciones de Grandville permiten medir, tanto los conocimientos, como a los escritores sobre el inconsciente en los años 1830 y 1840. Antes de que Courbet manifestase su interés, como más tarde lo hizo en la época en que estaba  en París con Baudelaire,  Grandville fue el artista más curioso de este tipo de nueva investigación. Pero permaneció como ilustrador, aunque trabajando en un medio donde introducir semejantes cuestiones científicas. Courbet, a su vez,  favorecerá más tarde la aparición de este tema, que será un componente clave de la materia realista, en la corriente general de la pintura. Con lo que el mismo Courbet parece apuntar en dirección del arte de Gauguin, de Munch, de Redon y del Picasso azul y rosa, en el que las figuras adormecidas o en trance de soñar, la imaginación onírica, vienen a constituir un tema mayor de la corriente general de la pintura de vanguardia.

GdD

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