En nuestra sección Goya y la literatura introducimos un comentario sobre una obra musical, concretamente la Ópera GOYA de G.C.Menotti. Desde el punto de vista literario la obra no tiene la altura que se espera dado que la figura de Goya predispone a una creación compleja, tensa y dramática, lo que no quita valor a la creación musical.

Opera Goya en Real Goya

Ópera : GOYA

Ópera en tres actos.
Libreto: Gian Carlo MENOTTI ( 1911-2007)
Estreno: Opera Nacional de Washington, 1986.

Reparto:

Francisco de Goya y Lucientes…………………………….Plácido Domingo

Doña Cayetana, Duquesa de Alba……………………….Michelle Breedt

María Luisa, Reina de España………………………………Iride Martínez

Carlos IV, Rey de España……………………………………..Andreas Conrad

Don Manuel Godoy……………………………………………..Maurizio Muraro

Martín Zapater……………………………………………………Christian Gerhaher

Leocadia……………………………………………………………..Nadia Krasteva

Criada………………………………………………………………….Petra Simkova

Mayordomo…………………………………………………………Sergio Raonic Lukovic

 

DIRECTOR: Emmanuel Villaume

Puesta en escena :Kasper Bech Holte.

Orchesta Sinfónica de la Radio de Viena.

 

Gian Carlo Menotti no fue un músico revolucionario, pero a lo largo de su vida musical exploró distintas direcciones. Fue el primero en componer una Ópera radiofónica y también otra para la televisión.

La música de Menotti gustaba mucho a Plácido Domingo:…”él escribe su música de manera muy melódica, que es la única manera que conviene a un cantante- y siempre

otorga gran placer al público”.

En 1977 Menotti invitó a cenar a Domingo, quien entonces producía Carmen en el Festival de Edimburgo. Domingo le sugirió al compositor que escribiera una Ópera

para él, sobre la vida de un gran artista español y le propuso Francisco de Goya a quien Domingo admira. Menotti aceptó y comenzó a realizar los primeros esbozos. En noviembre de 1986 la obra se puso en escena en la Ópera Nacional de Washington, bajo la dirección de Rafael Frühbeck de Burgos.

Plácido Domingo interpretó a Goya y Victoria Vergara a la Duquesa de Alba.

La crítica no fue muy favorable pues se juzgó la obra carente de modernidad, dema-siado melódica, en la tradición italiana del bel canto. Era evidente que se trataba de una obra hecha para y por un tenor.

 

Para Menotti, Goya simbolizaba al mismo tiempo la libertad y los límites del artista.

La obra está fundada en el dualismo entre el hombre y el pintor, moderno, apasionado y contradictorio, por un lado muy ambicioso y por otro muy prudente en el plano político. Menotti focalizó la intriga sobre la Duquesa de Alba, , el único gran amor de Goya, y de un espíritu opuesto al del pintor, creando así un gran tensión dramática.

La ópera de desarrolla en los últimos años de la vida del pintor. Kasper Bech Holten pone en el centro de su puesta en escena la cuestión: “La Ópera de Menotti transforma la vida de Goya en una reflexión sobre el rol del artista en sí y sobre el precio que debe pagar por ser un Gran Artista”.

Pero también es necesario mencionar aquí que Menotti no fue fiel a los datos de la realidad histórica, particularmente en lo que concierne a la relación amorosa entre el pintor y la duquesa, pero resulta “una buena historia”.

 

Sinopsis:

Acto I: Goya, viejo y sordo está abrumado por dudas y sentimientos de culpabilidad.

En una taberna, se enamora de una joven soberbia. Pronto sabe que esa joven es la duquesa de Alba, una de las mujeres más influyentes de España. Ella le encarga un retrato; durante el trabajo, Goya experimenta hacia ella sentimientos cada vez más intensos.

Acto II: La reina está celosa de la Duquesa de Alba a causa de Goya. La Duquesa la provoca con ocasión de un baile donde sus doncellas de cámara van vestidas con la mismo modelo que la soberana. El Primer Ministro Godoy, amante de la reina, constriñe a Goya a una fidelidad absoluta a la Corte. La Duquesa sintiéndose traicio-nada por el pintor, a quien juzga débil de carácter, rompe su relación con él.

Acto III: Goya comprende, demasiado tarde que ha sido manipulado por las luchas

de poder entre la reina y la duquesa. Se retira de la vida social para consagrarse sólo

a su arte. La Duquesa es envenenada por la reina y en su agonía pide ver a Goya pero el pintor llega demasiado tarde. Goya se enferma y en su soledad reconoce que ha cometido el error de no haber luchado contra las injusticias, y se refugia en la creación. Antes de morir se le aparece la Duquesa de Alba quien le dice que su vida y su arte han estado, a pesar de todo, al servicio de un ideal trascendental.

Efectivamente el libreto de Menotti no se ajusta a la realidad histórica pero cumple con un argumento romántico, quizás un poco pasado de moda. De todos modos, incitamos a los lectores de este artículo, basado en el programa de mano de la Ópera, a que escuchen al estupendo Plácido Domingo en el papel de Don Francisco de Goya.

 

Silvia Pagliano